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El recital de mi vida

  16 años era la edad que tenía cuando perdí   la virginidad. La perdí con mi novia, que era una chica con la que había pasado parte de mi infancia.     16 años más que yo tenía el hombre con el que perdí la virginidad por segunda vez a los 19 años.     Era mi profesor de pandereta y yo no tenía ninguna inclinación sexual por los hombres. Estando con él en clase, él siempre me decía que le gustaba, pero como yo       siempre le dejaba claro que me gustaban las chicas, él acababa desistiendo y nunca ocurría nada.     Por aquel entonces yo tenía que preparar un repertorio de pandereta y empecé a quedar muchísimo con él para ensayar.     Cuanto más tiempo pasábamos juntos, más a gusto me sentía   con él, hacía que mi percepción con relación a muchas cosas cambiase, también descubría cada día, la cantidad de cosas sorprendente que teníamos en común.     En ese periodo estrenaron una película de nuestro director preferido.     Decidimos que podríamos ir juntos a ve

La matemática de mi corazón

Fue por el año 1995.  Empecé clases particulares de matemáticas, me encantaba ir. Tenía un grupo de compañeros de clase muy divertido y ya por eso valía la pena ir, pero además de la compañía, había otro factor que conseguía hacer de esa cita, algo ineludible. El primer día de clase, me enamoré perdidamente del profesor.  Yo tenía 15 años y él diez más que yo, en las clases me hacía la tonta para que se parase más tiempo conmigo , yo deseaba que pasase la semana para tener otro día de clase con él.  Al salir de clase, como era de noche, casi siempre nos íbamos todos a tomar algo. Después él nos llevaba a casa, primero dejaba a mi amiga y por último a mí. Yo siempre le daba dos besos en la mejilla, aunque sabía o en ese momento creía saber, que podía causarle algún problema.  Se me pasaron dos años de clases por el aire.  Yo ya tenía 17 años, pero seguía siendo invisible para él.  Decidí olvidarme de mis expectativas románticas y con todo el dolor del mundo me despedí de él