El recital de mi vida
16 años era la edad que tenía cuando perdí la virginidad. La perdí con mi novia, que era una chica con la que había pasado parte de mi infancia. 16 años más que yo tenía el hombre con el que perdí la virginidad por segunda vez a los 19 años. Era mi profesor de pandereta y yo no tenía ninguna inclinación sexual por los hombres. Estando con él en clase, él siempre me decía que le gustaba, pero como yo siempre le dejaba claro que me gustaban las chicas, él acababa desistiendo y nunca ocurría nada. Por aquel entonces yo tenía que preparar un repertorio de pandereta y empecé a quedar muchísimo con él para ensayar. Cuanto más tiempo pasábamos juntos, más a gusto me sentía con él, hacía que mi percepción con relación a muchas cosas cambiase, también descubría cada día, la cantidad de cosas sorprendente que teníamos en común. En ese periodo estrenaron una película de nuestro director preferido. Decidimos que podríamos ir juntos a ve